top of page

NOVENA EN HONOR DE NUESTRA SEÑORA DE ALTAGRACIA

Primer Día-Intención Especial

Our Lady.jpg

CASA

TODOS

Por la señal + de la Santa Cruz, de nuestros + enemigos, líbranos, Señor, + Dios nuestro. En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén.

 

ACTO DE CONTRICIÓN

Señor mío Jesucristo, Dios y hombre verdadero, | Creador y Redentor mío; | por ser Vos quien sois, y porque os amo sobre todas las cosas, | me pesa de todo corazón haberos ofendido. | Propongo firmemente nunca más pecar y apartarme de todas las ocasiones de ofenderos, | confesarme y cumplir la penitencia que me fuere impuesta. | Ofrezco mi vida, obras y trabajos en satisfacción de todos mis pecados; | y así como os lo suplico, así confío en vuestra bondad y misericordia infinita | me los perdonaréis por los méritos de vuestra Preciosa Sangre, Pasión y Muerte, | y me daréis la gracia para enmendarme y para permanecer a vuestro santo servicio hasta el fin de mi vida. | Amén.

ORACIÓN

Líder:

¡Oh, resplandeciente estrella de la mañana, hermosa como la luna, escogida como el sol y terrible escuadrón contra el abismo infernal! Tu luz alumbra a los ciegos, tu gracia a los cansados. Suplícote me recrees con tus graciosos resplandores, para salir de la infeliz noche de la culpa, y verte y amarte con tu Hijo Jesús, el día eterno de la gloria. Amén.

 

(Padre Nuestro, Ave María, Gloria al Padre –Tres veces)

 

ORACIÓN PARA TODOS LOS DIAS

Todos

¡Oh, Madre de la divina sabiduría, y por eso Madre de Dios de Altagracia! Postrado a tus plantas este hijo tuyo viene a pedirte le alcances dos gracias en esta novena. La primera: Una alta gracia de grande honra y gloria para cielos y tierra, pues la exaltación de la Santa Madre Iglesia, la extirpación de las herejías, la paz y concordia entre los pueblos, las victorias contra los infieles, y la redención de los cristianos cautivos.

La segunda: La gracia justificante para este pecador arrepentido, que ya aborrece los viles deleites de la culpa, y propone no ofender más a la bondad infinita. Por tu mano, Señora, espero esta misericordia de Dios, y pido que atiendas a mi necesidad y me concedas la gracia que te voy a pedir. (Cada uno en silencio pide la gracia que espera recibir en esta novena)

Así, Madre mía, lo espero de tu piadosa bondad; más si acaso no conviniere mi petición, me resigno a tu santísima voluntad. Dame paciencia para tolerar los trabajos y tribulaciones de esta vida hasta el fin dicho de verte con tu Hijo Jesús en la gloria. Amén.

GOZOS

Pues que de tan Altagracia

Os hizo digna el Señor,

María, llena de gracia,

Danos consuelo y favor.

 

El Divino Verbo Madre,

El ángel os anunció,

Dignidad que os concedió

Propicio el Eterno Padre

Por efecto de su amor.

María, llena de gracia,

Danos consuelo y favor.

 

Para obra tan excelente

El Paráclito bajó,

Y en Vos el Hijo encarnó.

Con deseo tan ardiente,

Que inflamó vuestro fervor.

María, llena de gracia,

Danos consuelo y favor.

 

 

A Isabel sin dilación

Le revelas el misterio

Y a Juan se dio el Ministerio

Por igual disposición

De glorioso Precursor.

María, llena de gracia,

Danos consuelo y favor.

 

¡Qué gozo tan singular

Fue, Señora, el que tuviste

Cuando ya nacido viste

A Jesús para triunfar

Del infierno tentador.

María, llena de gracia,

Danos consuelo y favor.

 

Haciendo al infierno guerra

Resonaban voces puras;

Gloria a Dios en las alturas

Y paz al hombre en la tierra

Que ha nacido el Redentor.

María, llena de gracia,

Danos consuelo y favor.

 

ANTÍFONA (Todos)

 

¡Bajo tu amparo nos acogemos, Santa Madre de Dios! no desprecies nuestras súplicas en nuestras necesidades, antes bien, líbranos siempre de todos los peligros, oh Virgen gloriosa y bendita. Ruega por nosotros, Santa Madre de Dios, para que seamos dignos de alcanzar las promesas de Cristo, Nuestro Señor. Amén.

 

ORACIÓN FINAL

 

Líder: Te rogamos, Señor Dios, que concedas a nosotros tus siervos gozar de la salud perpetua del cuerpo y del alma. Que por la intercesión gloriosa de la bienaventurada Virgen María, te dignes librarnos de la tristeza presente y regocijarnos con la eterna alegría. Por Jesucristo, Nuestro Señor. Amén.

bottom of page